Durante la celebración este miércoles de la Cumbre de la OTAN en La Haya, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que, si Teherán reconstruye sus instalaciones nucleares, Washington llevará a cabo otro ataque contra el país persa.

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Cuando se le preguntó directamente si Estados Unidos atacaría de nuevo en caso de que Irán reconstruyera su programa de enriquecimiento nuclear, Trump respondió: «Claro».

El mandatario estadounidense aseguró que Washington no permitirá que Teherán continúe enriqueciendo uranio, señalando que se opondrá incluso utilizando medios militares.

«No permitiremos que eso suceda. En primer lugar, en el plano militar», afirmó Trump.

Trump argumenta que los ataques estadounidenses anteriores ya resultaron en la «destrucción total» de las capacidades nucleares de Irán, haciendo «retroceder el programa atómico del país décadas».

Sin embargo, estas declaraciones de Trump se vieron desmentidas por evaluaciones de inteligencia menos concluyentes.

El análisis, que no se había publicado previamente, fue elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, en inglés), el brazo de inteligencia del Pentágono, y se basa en una evaluación de daños en combate realizada por el Comando Central de EE.UU. tras los ataques.

Dos de las personas familiarizadas con el análisis afirmaron que las reservas de uranio enriquecido de Irán no fueron destruidas. Una de ellas afirmó que las centrifugadoras están prácticamente «intactas».

«Así que la evaluación (de la DIA) indica que Estados Unidos las retrasó unos meses, como máximo», sugirieron fuentes citadas por medios internacionales.

Por otro lado, a pesar de sus afirmaciones sobre la destrucción nuclear de Irán y su amenaza de futuras acciones militares, Trump también mencionó la posibilidad de una reunión con Irán la próxima semana para tratar un posible acuerdo nuclear.

Sin embargo, reiteró que no cree que tal acuerdo «sea tan necesario», basándose en su convicción de que las capacidades nucleares de Irán ya están destruidas. Trump indicó que su Administración solicitaría el mismo tipo de compromisos que buscó antes del reciente aumento de las tensiones en Medio Oriente.

Al respecto, el secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional, Marco Rubio, indicó que cualquier acuerdo dependería de la voluntad de Irán de negociar directamente con Estados Unidos, sin intermediarios.

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